No es por casualidad que los estilos hayan encontrado su mejor
acomodo en las técnicas de estampado, impresión, troquel y plantilla.
Baudelaire fue más lejos, al identificar el requisito de un patrón en la moda
sartorial, oponiéndolo al estilo sin sustancia de lo chic en la moda
superficial —esto es, sin ninguna consciencia del pasado. En “Del chic y del
tópico” (1846) implícitamente analizaba “el chic,
palabra horrorosa y extraña y de moderna invención (…), el chic es el abuso de la memoria; aún más, el chic es más memoria de
la mano que memoria del cerebro”. A lo chic contraponía el tópico, el poncif, que si bien en francés significa
algo tópico, ya visto o trillado, también denota un patrón, una guía o
plantilla, esto es, la marca del artista como un hierro incandescente sobre la
obra de arte: “el significado de la palabra tópico
tiene mucho en común con el de la palabra chic.
Sin embargo, se aplica más especialmente a las expresiones de la cabeza y
las actitudes”. La moda es lo chic, por ello obviamente no puede crear un poncif, que es lo estructural, lo
implícitamente sustancial en un modelo o forma cultural destinada a perdurar en
el tiempo.
Fue con el Art Nouveau que el pattern adquirió una nueva dimensión,
ensanchando las cenefas y bandas de las artes decorativas que desde la
Antigüedad eran el emblema del estilo, a un cambio de escala generado por la
reproducción mecánica y de distribución masiva una vez asumida los medios de
producción que la Revolución industrial había incorporado. No por ello se daba
una “pérdida de aura” de lo hecho a mano; la mano estaba contenida en la
máquina. La eficacia de todo pattern
salta a la vista en los papeles pintados en los que la repetición genera una
totalidad visual semifractal que no socava el interés y la autonomía del propio
pattern como “fragmento”. Un pattern agudiza, conceptualmente, toda
relación dialéctica entre las partes y el todo, lo singular y lo genérico,
local y universal, identidad y diferencia. Pero, ¿qué puede entenderse como un pattern en la sofisticada cultura visual
del presente? La visión ideal de una actualización del pattern en nuestra cultura digital esta lejos de parecerse a
cualquiera de las imaginadas por William Morris y sus delicados motivos
florales: más bien, uno puede recrear en la mente formas espejadas al infinito,
caleidoscopios a partir de imágenes de síntesis, realidad virtual y hasta
motivos con aroma “sixties” en paredes de clubs nocturnos.