He decidido que enero 2016 será el mes de
David Bowie en Crítica y metacomentario. Un homenaje al camaleónico artista. No
puedo presumir de haber seguido la totalidad de la carrera musical de Bowie ni
tampoco me considero un fan acérrimo. Sin embargo una semilla ha ido creciendo
en mí a lo largo de la última década y media. Una simpatía hacia el artista y
músico al mismo tiempo que un compromiso con el arte se iba forjando. Están
también los recuerdos adolescentes y la imagen de Bowie, su efecto en el estilo
y la moda y aquel peluquero en el pueblo que era, él sí que era, Bowie. Dos
semanas antes de la muerte de Bowie me dediqué a escuchar compulsivamente una
de sus canciones que más me gustan y que de por sí forma parte de la banda
sonora de los 90. I’m deranged. Un
canción y unos títulos de crédito para otra película favorita de todos los
tiempos, Lost Highway, 1997 (Carretera perdida) de David Lynch.
Recientemente mi afecto por Bowie aumentó
considerablemente al verle en The Man Who
Fell to Earth (1976) de Nicolas Roeg, y en Merry Christmas Mr. Lawrence (1983) de Nagisa Oshima, incorporadas
ambas a mi lista de films preferidos y que he destilado en este blog. La
publicación que aquí presento configura otro “momento Bowie” relevante. No
recuerdo cuando ni donde lo adquirí pero debió de ser a principios de los 2000
en alguna tienda de segunda mano o de saldos. El precio en pesetas todavía lo
conserva en una pegatina.
“Bowie visto por sí mismo” fue publicado
en Madrid en 1983 cuando el autor de este blog tenía 11 años. Se trata de una
auténtica joya en la que se repasa la trayectoria del artista desde mediados de
los 60 a finales de los 70 y que utiliza exclusivamente citas o fragmentos de
entrevistas de Bowie. Nada más. En riguroso blanco y negro, la relación imagen
texto es radical. La courier anormalmente grande le otorga un aspecto fanzinero
mientras que muchas de las fotografías aparecen rotas en los bordes imitando el
estilo del punk.
Esta publicación fue el modelo o la
inspiración como editor para un catálogo de exposición que comisarié en 2007
titulado Imágenes del otro lado y que
mostraba la obra en vídeo de tres artistas: Jon Mikel Euba, Iñaki Garmendia y
Anri Sala. Esta exposición fue en el CAAM Centro Atlántico de Arte Moderno en
Las Palmas de Gran Canaria.
Hay quien dice que con la partida de
Bowie una era toca a su fin. El pop histórico tocó techo en la segunda mitad
del Siglo XX mientras el posmodernismo fue capaz de llegar a cotas de grandeza
que parecían reservadas a las obras maestras modernas. El posmodernismo es
ahora nuestra modernidad y ésta es, como han dicho Kluge y otros, nuestra antigüedad.
La cultura del siglo XXI está huérfana y no atisba una apertura en el horizonte
próximo.