Pregunta
1:
¿Es posible representar el pasado? ¿Qué hay de cierto en el aserto de que el
pasado no es un texto, aunque la única forma en la que el pasado nos es
accesible es en tanto que texto?
Respuesta
2:
Presente, pasado y futuro tienden a solaparse desde el comienzo del nacimiento
de la cultura de masas, allá después de la Segunda Guerra Mundial. La
experiencia del tiempo con temporalidades superpuestas puede ser leída como
síntoma, no de la historia, sino de nuestro tiempo presente. En una de sus
proféticas percepciones de la vida en la era electrónica Marshall McLuhan
escribió que “we look at the present through a rear-window mirror. We march
backwards towards the future.”[1] Más allá de esta declaración de corte pop, lo
que realmente importa es el tipo de imagen que es usada para definir nuestro
presente, el modo en el que se éste se representa.
P2: ¿Significan lo
mismo historicismo e historicidad?
R2: Desde una
acepción filosófica, historicismo e historicidad son dos conceptos engañosos,
pues mientras el primero trata sobre la mirada hacia el pasado (y ahí a veces
coincide con el revisionismo), el segundo es un concepto que investiga la
presencia del pasado en el presente.
P3: ¿Qué es la
retromanía?
R3: Para el crítico
musical Simon Reynolds es la obsesiva tendencia en la música de reciclar el
pasado como un claro síntoma de época. De manera más precisa (según el
subtítulo de su propio libro), se trata de la Pop Culture's Addiction to Its Own Past, o lo que es lo mismo, la
tendencia a consumirse a sí misma en repetidas ocasiones. Bandas reformadas,
re-ediciones, remakes, smash-ups y
miradas retrospectivas, el archivo del pop y del rock ha sido saqueado de tal
modo que la pregunta es donde se sitúa un tipo de música (y por extensión del
arte) que no sea de algún otro modo referencialista. En su ensayo “Sobre el
carácter fetichista de la música y la regresión de la escucha” (1938), Theodor
W. Adorno ya problematizó la recepción de la música popular desde su propia forma,
que repetitiva y circular se transmite desde el pasado hacia el futuro. Un
sistema temporal que es cíclico, donde el pasado es siempre recuperado y
presentado como actual: ésta es la condición de la música popular desde mitad
del siglo XX.
P4: ¿Queda algo de
la vieja noción del “pastiche” y el
filme-nostalgia?
R4: Esos fueron
algunos conceptos claves para definir un tipo de posmodernismo estilístico que
predominó en la cultura durante la década de 1980 y que fueron analizados en el
ensayo seminal de Fredric Jameson, Postmodernism,
or, The Cultural Logic of Late Capitalism (1984). Ambos son conceptos que
han quedado anticuados a la hora de definir el estado de la cultura hoy día
aunque, paradójicamente, el pasado existe todavía de manera más pervasiva en
las producciones culturales actuales.
P5: Aquí debemos
ceñirnos al ámbito del arte contemporáneo hoy en día. ¿Por qué el posmodernismo
y la posmodernidad como conceptos están tan poco de moda mientras que el revival del modernismo y la modernidad
sobrevuela gran parte de los discursos, si no muchas de las prácticas
artísticas actuales?
R5: El modernismo
está visto todavía como algo genuino, crítico, no exento de pureza y abierto a
la descentralizad geográfica (modernidades locales o vernáculas), y temporal
(modernidades anacrónicas). La modernidad es el pasado mientras que la
posmodernidad es el pasado reciente.
[1]
Marshall McLuhan and Quentin Fiore, The
Medium is the Massage: An Inventory of Effects (New York: Random House,
1967).