9/28/2009
From method to change: dialectics in contemporary art
9/18/2009
EDITORIAL: pre- y post-comisariado
Definitivamente estamos inmersos en una situación complicada para el arte contemporáneo. Las alarmas rojas se encienden a lo largo y ancho del mapa. La crisis económica tampoco ayuda. Estamos además asistiendo a la progresiva asimilación de la figura del comisario como un agente servil para aquellos que manifiestan esa misma pérdida de fe en el potencial social del arte contemporáneo. Hemos pasado de una coyuntura en la que la no existencia de comisariado dentro de las instituciones era la norma habitual, a saber, instituciones surgidas al calor de diputaciones y gobiernos regionales con sus esquemas funcionariales, a una situación como la actual donde se sospecha de cualquier comisariado con criterio al mismo tiempo que por otro lado se busque cierta heterogeneidad comisarial dentro de la institución. El contexto discursivo hace bien poco era pre-comisarial, claramente reaccionario. Mientras que ahora el mismo conservadurismo impera a la vez que se considera al comisariado como una ventolera de aire fresco que de vez en cuando está bien incorporar. Es imposible cambiar nada desde esa posición de debilidad. En esa etapa pre-comisarial los curators lo tenían dificil. Ahora, inmersos en la rentabilidad a corto plazo, el comisariado es poco más que un argumento en manos de políticos y gestores culturales, pues al igual que antes, son estos los que siguen al mando de las instituciones.
Imaginar un marco post-comisarial es poco menos que una quimera. Para ello debería superarse el estado actual de confusión sobre el comisariado (mención aparte para el estado de una crítica de arte anestesiada por el surgimiento de ese mismo comisariado).
La predicción realizada a principios de la década de que la lucha ya no estaba centrada alrededor del conflicto de intereses entre los artistas y la crítica se ha desplazado ahora a una lucha entre el comisariado y la crítica. Esa misma predicción indicaba un crecimiento del comisariado a escala global de manera que éste se convertiría en una entidad auto-consciente, llegando a alcanzar un grado de sentido de comunidad similar al colectivo de artistas, pero donde en lugar de solidaridad sólo habría antagonismo y competencia. Pues bien, ya hemos llegado.
Se hace difícil contemplar un futuro post-curatorial cuando todavía no se han resuelto las contradicciones implícitas de una fase pre-curatorial y de aquella de la normalización del comisariado. Mientras todo esto acontece, la ruleta institucional gira y gira. Sin parar.
9/09/2009
Mundo Disney; Disney World
El primer Mickey Mouse
Izda: Grigory Aleksandrov, Sergei Eisenstein, Walt Disney y Eduard Tisse, Rusia, 1925. Drch: Eisenstein y Mickey Mouse
En cuanto a Walter Benjamin, reflexionó sobre Mickey Mouse en su célebre ensayo “Experiencia y pobreza” así como en otros muchos textos. “The existance of Mickey Mouse is such a dream for contemporary man” escribió.
9/02/2009
Water in Milk Exists-L. Weiner- metacomentario
“Such is the sadness of life” “Such is the sadness of life” “Water in milk exists”
Y justo después un directo plano de sexos copulando. Y después otro. Y mientras tanto pensamos en el sentido de una estructura, según Lawrence. Aprendemos que según Mies van der Rohe dos ladrillos conforman una estructura, una unidad compuesta por un par. Dos es el número con el que poder levantar algo. Dos (Numéro Deux) es el número dialéctico, n’est pas Jean-Luc? Uno, dos, tres… ladrillos, cuerpos. No es una simple cuestión de sustituir ladrillos por cuerpos. Se trata más bien de la ontología de una estructura, o una ontología de cuerpos copulando. Es pues eso, una estructura, y en una entidad tal, es posible hablar sobre física cuántica en el impasse del acto sexual. “Do you think is specific or general reality?” “Specific” o “general”. ¿Pero el qué? ¿La estructura? ¿Los ladrillos? ¿La felación? ¿Un ente compuesto por dos partes que están física e intelectualmente unidas puede entonces ser una “estructura”?
Water in Milk Exists es una estructura rodada por Weiner y el cineasta Kiki Allgeier hace un par de años con la ayuda del Suiss Institute de Nueva York, y que transcurre en una de las salas expositivas del propio espacio institucional, en Broadway 495. Además, empalma con alguna otra de sus películas pornográficas de los años 70, como A Bit of Matter and a Little Bit More. Un Weiner pornógrafo no debería sorprender a nadie. Entra dentro de la lógica que le es consustancial. No se trata de tener que escoger entre una película porno artística, categoría atribuible a cierto cine de auteur porno, y un experimento artístico donde hay sexo. El momento en el que el sexo pasa a ser pornografía no está del todo delimitado. La clave reside en el objetivo que se busca, la mirada que se busca. Aquí se muestra el placer. Sin erotismo, sin deseo. No se busca gratificar la mirada del espectador. El sexo puede ser duro. Duro de ver en la distancia corta y en una sala bien iluminada.
¿Es Water in Milk Exists pornográfica? También lo es Sade. Dennis Cooper… también, a veces. El arte, la literatura y el cine son mecanismos de distanciamiento y de acercamiento.
Es destacable que Water in Milk Exists se combine con fragmentos de texto y gráficos del libro que Weiner realizó para su nieto, Henry the Navigator in a Sea of Sand donde se busca una “estructura” que lo proteja. También que las premieres sean siempre en cines o situaciones “live” con una colectividad como espectadores. Ahora que el placer individual viaja por conexiones ADSL, Water in Milk Exists fue “screeneado” en el único cine X que todavía queda en la ciudad de Basilea con motivo de Art Basel 08.
Si la leche existe en el agua puede abrir una conversación sobre ontología. Lo que si sabemos es que después de Water in Milk Exists el comentario realizado una vez por J. G. Ballard de que no existen lugares más eróticos que las galerías de arte se queda corto.